Susurros de la luna en el silencio

Susurros de la luna en el silencio

En la pequeña aldea de Valdeluz, rodeada por emeraldinos bosques y bajo la sombra protectora de las majestuosas montañas, la vida transcurría apacible y serena. Allí, entre casas de piedra y tejados de pizarra, vivían Alejandro y Lucía, dos almas curiosas y aventureras. Alejandro, con su cabello oscuro como la noche sin luna y ojos tan profundos que parecían ocultar universos, era el boticario del pueblo. Lucía, su cómplice, de sonrisa fácil y voz que calmaba hasta al más salvaje de los vientos, era artesana, conocida por sus delicadas piezas de cerámica.

Una noche, mientras la luna llena observaba desde lo alto, el destino presentó un nuevo capítulo en su historia. Un rugido distante interrumpió el silencio y algo en el aire cambió; un susurro que llevaba un mensaje aún desconocido.

El encuentro

—Lucía, ¿escuchaste eso? —preguntó Alejandro con una mezcla de asombro y precaución.

—Sí, algo está pasando en la frontera entre el bosque y la realidad —respondió ella, mirando a través de la ventana hacia las sombras danzantes entre los árboles.

Decidieron investigar. Tomaron linternas y su valor, y se adentraron en el bosque. Las criaturas nocturnas se ocultaban a su paso, y las hojas crujían bajo sus pasos hasta que, en un claro bañado por la luz argentada, vieron una visión que desafiaba el tiempo: un dinosaurio.

—¡Increíble! Parece un... un Velociraptor, pero es imposible —murmuró Alejandro, su mente científica tratando de encontrar una explicación lógica.

—Y sin embargo, aquí está —respondió Lucía con calma, casi como si en su interior supiera que este no era un encuentro casual.

La conexión

Cautelosos, comenzaron a acercarse y notaron que el animal estaba herido. Lucía se adelantó, extendiendo sus manos en un gesto de paz.

—Tranquilo, vamos a ayudarte —susurró ella, y algo en su tono o quizás en su esencia, calmó al dinosaurio que, resignado al dolor, permitió que la cuidaran.

Con el paso de los días, el Velociraptor, al que llamaron Vida, se recuperó. Se convirtió en guardián de Valdeluz y en un misterioso símbolo de la aldea.

El misterio se desvela

Una tarde, mientras exploraban los alrededores del escarpado valle, Alejandro y Lucía descubrieron unas inscripciones antiguas en las cuevas. Las investigaciones de Alejandro revelaron que estas cuevas eran parte de una red de pasadizos que conectaban diferentes eras y realidades.

—Esto podría explicar la presencia de Vida aquí —exclamó Alejandro—. Tal vez, estos pasadizos son portales a través del tiempo.

El desafío

Pero la armonía en Valdeluz fue amenazada cuando un grupo de hombres sin escrúpulos, al enterarse de la existencia de Vida, llegaron con la idea de capturarlo para su propio beneficio.

—No podemos permitir que le hagan daño a Vida —dijo Lucía, su rostro reflejando determinación.

La lucha por proteger al Velociraptor y los secretos de los pasadizos fue ardua. Alejandro y Lucía, con la ayuda de los aldeanos y la astucia de Vida, lograron sobrepasar las adversidades.

El secreto compartido

Los hombres fueron convencidos para mantener el secreto y la historia de Vida pronto se convirtió en una leyenda narrada de generación en generación, siempre en voz baja, como un susurro que sólo la luna podía escuchar.

El nuevo amanecer

Pasaron los años y Lucía y Alejandro, ya ancianos y sabios, continuaron siendo los protectores de aquello que habían descubierto. Un día, encontraron, junto a las inscripciones de la cueva, una piedra que brillaba con luz propia.

—Esta piedra es la clave —dijo Alejandro, mientras su mano temblorosa rozaba los signos tallados en la pared.

Lucía, con ojos brillantes, asintió. La piedra era el legado de Vida, quien un día, simplemente, desapareció, dejando atrás un valle en paz y un pueblo lleno de historias.

La piedra, se descubrió más tarde, tenía el poder de sanar y fue otro tesoro que la aldea supo proteger y honrar con respeto.

El adiós

Una noche, bajo un cielo estrellado y con la luna como confidente, Alejandro y Lucía sintieron que su tiempo en Valdeluz estaba terminando. Dejaron la piedra en manos de quienes continuarían su legado y se adentraron en el bosque, donde, según la leyenda, se convertirían en parte del viento y el susurro eterno de la naturaleza.

El final sorpresivo

En lugar de desaparecer, encontraron un pasadizo luminoso en la cueva, el cual parecía esperarlos. Era una invitación a otro viaje y, tomados de la mano, decidieron aceptarla. En ese momento, comprendieron que Vida había sido un puente entre ellos y maravillas aún mayores.

Al cruzar el umbral, la aldea de Valdeluz se cubrió con un resplandor amable, y a la mañana siguiente, con rosas de cristal creciendo alrededor de la entrada de la cueva, los aldeanos supieron que Alejandro y Lucía habían encontrado su camino hacia el inexplorado cosmos del tiempo y el espacio, llevando consigo la esencia de Valdeluz.

Reflexiones sobre el cuento "Susurros de la luna en el silencio"

Este cuento, tejido con hilos de realismo mágico y fundamentado en la conexión profunda entre el ser humano y el universo, busca transmitir un mensaje de esperanza y maravilla. En un mundo donde lo cotidiano se encuentra con lo fantástico, invitamos al lector a explorar la idea de que hay más en nuestra existencia de lo que nuestros ojos pueden ver y que la magia, en sus múltiples formas, está siempre presente, aguardando ser descubierta. Es un relato que, espero, logre embrujar sus sentidos y acunar sus pensamientos hacia sueños lúcidos de aventuras infinitas.

Valora este contenido:

Lucía Quiles López

Lucía Quiles López es una escritora y cuentacuentos apasionada, graduada en Literatura Comparada, que ha dedicado gran parte de su vida a explorar diferentes formas de narrativa y poesía, lo que ha enriquecido su estilo de escritura y narración. Como cuentacuentos, ha participado en numerosos festivales locales y talleres en bibliotecas, donde su calidez y habilidad para conectar con el público la han convertido en una figura querida y respetada. Además de su trabajo como cuentacuentos, Lucía es una colaboradora habitual en revistas literarias y blogs, y actualmente está trabajando en su primer libro de cuentos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Subir