Cuento: "El cielo nocturno y el carrusel de los planetas"

El cielo nocturno y el carrusel de los planetas

En la vastedad de un valle donde los colores del atardecer jugaban con las sombras, habitaban criaturas extraordinarias que poco sabían de la luna y las estrellas.

Entre ellos, dos jóvenes dinosaurios, Luz y Ventura, vivían aventuras al compás del susurro del viento y las melodías que la naturaleza les ofrecía.

Luz, con sus escamas de un verde esmeralda que reflejaban la pureza del cielo, era curiosa e intrépida.

Ventura, por otro lado, poseía una cola larga adornada con destellos dorados y ojos tan profundos como el océano, símbolos de su sabiduría y calma.

El inicio de su historia se dibuja en una tarde donde el tono anaranjado del cielo comenzaba a desvanecerse, dando la bienvenida a la primera estrella nocturna.

"¿Qué habrá más allá de nuestro valle y esas luces que parpadean en lo alto?" preguntó Luz, cuya imaginación volaba tan alto como las aves que surcaban el atardecer. "Dicen que cada estrella es un mundo lejano, un planeta desconocido", respondió Ventura con voz sosegada, despertando la fascinación de su amiga.

La curiosidad despierta

La curiosidad llevó a los jóvenes dinosaurios a escalar la colina más alta del valle bajo el manto estrellado. Con cada paso, la luz de la luna acentuaba la determinación en sus ojos.

Al llegar a la cima, Luz y Ventura se acomodaron sobre un tapiz de hierba fresca y observaron el cielo nocturno tornarse en un carrusel de luces danzantes.

"¿Te imaginas viajar a esos lugares desconocidos?" propuso Luz, dejando escapar un suspiro de anhelo.

Ventura, con su tono sereno, le aseguró: "Quizás, si escuchamos sus historias, podamos viajar allí con el pensamiento."

El dialogo entre ambos fue interrumpido por una luz intensa que surgió de la nada y se materializó ante ellos en forma de una criatura mágica, más brillante que la estrella más luminosa.

La criatura, llamada Estela, con voz melodiosa les propuso un juego: "Haré realidad vuestro deseo de explorar los planetas si conseguís resolver los enigmas que os planteo." Luz y Ventura, emocionados, aceptaron sin dudar el desafío propuesto por Estela.

El primer enigma

La primera adivinanza les llevó a la base de un antiguo árbol cuyas raíces se entrelazaban formando la imagen de una constelación.

"Aquí donde la tierra abraza al cielo estrellado, encontraréis la llave para vuestro primer viaje", recitó Estela en tono enigmático.

Luz, siempre atenta a los detalles, observó que las raíces dibujaban la forma de Osa Mayor. "Es la constelación que guía a los viajeros", dijo emocionada al descubrir el primer acertijo.

Tras resolverlo, una luz suave envolvió a los amigos, y de repente se encontraron flotando en el espacio, frente a un inmenso planeta de tonalidades azules y verdes.

En esta nueva aventura, cruzaron mágicamente la atmósfera para encontrarse con seres amigables que les enseñaron el valor de cuidar nuestro hogar y la importancia de la armonía con la naturaleza.

Lecciones entre estrellas

Las lecciones aprendidas fueron invaluables, encontraron similitudes y diferencias con su propio mundo, y cada respuesta les llevaba a una nueva pregunta, a un nuevo deseo de descubrir y aprender.

Al volver al valle, la experiencia había unido aún más a Luz y Ventura, que ahora miraban el cielo no solo como espectadores, sino también como parte de él.

El desafío de Estela continuaba y los llevaba cada vez más lejos, explorando mundos congelados, anillos de polvo cósmico y planetas donde la noche y el día se fundían en un eterno atardecer.

Cada acertijo resuelto les enseñaba sobre la diversidad del universo y los misterios que aún les quedaban por desvelar.

Con cada regreso, traían a su valle historias y conocimientos, convirtiéndose en embajadores de las estrellas.

Reflexiones sobre el cuento "El cielo nocturno y el carrusel de los planetas"

La historia de Luz y Ventura es un viaje de descubrimiento y amistad que nos recuerda la importancia de la curiosidad y el aprendizaje constante.

A través de sus ojos vemos un universo lleno de maravillas y enigmas por resolver, y cómo la colaboración y la valentía son esenciales para alcanzar nuestros sueños.

El final feliz y reconfortante no solo nos deja con una sensación de paz, sino que también impulsa el deseo de mirar hacia las estrellas para buscar nuestras propias aventuras y respuestas.

Lucía Quiles López y sus cuentos largos

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Lucía Quiles López

Lucía Quiles López es una escritora y cuentacuentos apasionada, graduada en Literatura Comparada, que ha dedicado gran parte de su vida a explorar diferentes formas de narrativa y poesía, lo que ha enriquecido su estilo de escritura y narración. Como cuentacuentos, ha participado en numerosos festivales locales y talleres en bibliotecas, donde su calidez y habilidad para conectar con el público la han convertido en una figura querida y respetada. Además de su trabajo como cuentacuentos, Lucía es una colaboradora habitual en revistas literarias y blogs, y actualmente está trabajando en su primer libro de cuentos.

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